Texto: Johanna Pérez Vásquez
La incubación o programación de sueños es una técnica que sirve para aclarar el significado de sueños enigmáticos, para recibir consejos del inconsciente, para fortalecer la memoria onírica, para resolver problemas y para aumentar la creatividad.
Este libro tiene como objetivo guiarte en el proceso de utilización de los elementos restantes (el cristal, la lámina de la luna y la bolsa de hierbas) para que recuerdes tus sueños con más frecuencia y establezcas una comunicación clara con el mundo onírico.
Limpieza del cristal
La amatista y el jade comparten la propiedad de propiciar el recuerdo de sueños, de ahí que haya incluido una de ellas en este grupo de herramientas oníricas. Antes de encontrarse contigo pasó por muchas manos, por eso necesita que la limpies antes de ser usada para la incubación onírica, para ello puedes dejarla en agua con sal durante 24 horas. Luego la juagas y la guardas cerca de tu cama, pues así se transforma en un objeto personal, que no debe estar al alcance de cualquiera mucho menos de desconocidos.
Si te saltas este paso y completas el ritual sin limpiarla, corres el riesgo de recibir respuestas confusas y que no te corresponden.
El ritual nocturno
Para completarlo elige una noche anterior a un día en el que no debas despertarte muy temprano, un viernes o un sábado por ejemplo, pues a la mañana siguiente necesitarás tranquilidad y tiempo suficiente para escribir detalladamente los sueños incubados.
Esa noche, justo antes de dormirte, observa durante 10 minutos, la imagen de la luna. Este ejercicio de contemplación te servirá para sintonizarte con tu inconsciente personal y para decirle que tiene tu atención.
Para acompañar tu exploración del mundo onírico, pon el cristal debajo de tu almohada o debajo de tu cama a la altura de tu cabeza, en donde debe permanecer mientras duermes. En la mañana recuerda retirarlo del lugar donde lo dejaste para que no se pierda ni se deteriore.
La bolsa de hierbas, o "bastón onírico" como le llamo, es una mezcla hecha a mano, con el propósito de que tengas sueños sabios y claros. El aroma que desprende te ayuda a calmarte y a aprender lo que necesitas de los viajes nocturnos menos agradables. Este elemento también puedes ponerlo debajo de tu almohada o al lado de ella. Si pasados unos meses sientes que pierde un poco el olor recuerda lo que pasa con algunos perfumes nuevos, al principio los percibes con intensidad y luego sólo levemente. De todos modos hay una solución sencilla para revivir el olor: dale un masaje delicado a la bolsa, que durará aproximadamente 6 meses.
Este ritual puedes terminarlo, después de contemplar la lámina de la luna, agradeciendo todas las bendiciones que has recibido durante el día y leyendo esta frase para potenciar el recuerdo de tus sueños:
En el nombre de mi Yo superior, de mi ser auténtico, invoco el corazón de la presencia Yo soy y a mi ángel protector para que lleven, de un modo seguro, mi alma y mi consciencia al espacio-tiempo donde está la información que necesito. Que esto se haga según la voluntad divina.
Si realizas este ritual con consciencia plena e intención clara sólo necesitarás una noche para recibir la respuesta que buscas o la pista que hace falta para resolver aquello que te preocupa. Así no recuerdes todos tus sueños a la mañana siguiente puedes tener la certeza de que lo vivido durante la noche te ayudará a avanzar en la dirección correcta. Por el contrario, practicarlo a diario durante una semana o más puede ser indicio de represiones o de procesos de negación, que deben ser abordados de un modo más profundo.
Referencias
Barbosa, S. Cristales de cuarzo
Melody (1995) Love is in the earth
Pérez Vásquez, J. (2014) La numerología de los sueños
Raphaell, K. (1985) Crystal enlightenment